martes, 26 de enero de 2010

Conquistador

Delirio.

Hormigas corren en primavera vacilando aquel sol de temporada, en aquellos llanos grises, Valiente el hombre que intenta cobijar su mejilla en este entorno perpetuador. Aunque sin temores se hace presente la hipocresía del conquistador, una escena conmovedora la cual demarcan las siluetas de aquel haz de luz, eclipsando mil batallas, estampan virreinatos frente a una tenue figura montañosa. Planteo mil poemas que te roban el corazón, derramo mil lágrimas sin pedir perdón, maldigo a vuestros falsos profetas y desafiante apego rumbo en la cabalgata de la muerte, el panteón que me vio crecer es la insignia de mi comarca, trascendencia que intuye mi ego impulsan el temor, vigor, la rabia, lo extraño. ¿Dónde estás? Solo grillos responden mis preguntas en estos fríos llanos de primavera.