Navegante

tabúes

Sed de mirar los peses naufragas en el espacio, latente a las estrellas que se unen en las rocas, estimulan mi sed de ahogar las penas en sal delirante de amargura, deja mis labios manchado de ti, de tu sangre negra que me llenan de preguntas. ¿entender porque eres tu quien saces mis tabúes?. ¿El porque corrompe mi cama al amanecer?. E querido volver a perderme en el ocaso, para andar a secretos con los arboles, taparme con escamas y seguir navegando para encontrar que el inicio de lo infinito, descubrir la sustancia que nos une, de tomar la libertad de gritar a oscuras frente a la lampara apagada, me pregunto cuanto duran las agonías que relata marquez, ¿necesariamente tenemos que vivir 100 años de soledad?. E determinado soñar en la amulada, vivir la alegría de lo intangible, de viajar en los crepúsculo febriles abochornados por la camanchaca, en desolados kilómetros de extensa espera aclaman resignación de obreros de caras negras, pájaros sofocados, luces que se extinguen por el fuego, alientos que se pierden mar adentro.

Cosecha.

las nuves se encuentran manchada de sangre por el llanto descontrolado de la luna, cuando la puerta quedo junta y entro la oscuridad soñolenta a gatas se depuro las llagas de maltrato que gemian cada noche en aquel dormitorio. predijo perplejo tras ver el reflejo del hijo, que ya hace en su cuna sentado mirando aquel móvil de imágenes inmóviles.
Transcurrido el timpo y una intensa revolución, se quebraron las copas después de aquel brindis de sangre, tiempo distante y nostálgico congelaba las velas en una foto perpetua que ya hace sobre las brazas de aquel resplandor que me acaricia con cada recuerdo.

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Abduccion.

Después de una larga reflexión decidió tomar su bicicleta. Sin miedo a cada giro del pedal, comenzó pensar y a entender que la vida esta diseñada de forma circular. Que las palabras y la honra de su entorno siempre tenían un precio. que no vale la pena evadir la razón moral, y entender que los ideales de niños perduran en la soledad, y solo vienen los recuerdos buenos de lo que viviste con los demás, no hay más que entender, a todos se los llevo la corriente. Preguntarse y sentirse dueño de las teorías de igualdad nunca antes expuestas. Preguntarse como el tiempo puede cambiar tanto la mente y creencias de tu gente, sentirte pasajero del exprés que no tiene paradas. ¿Podrá haber solo un conductor que maneja hacia la verdad en su muerte? Cada centímetro que avanza este pedal son kilómetros de experiencias, de palabras expuesta al viento…
Zumbido de la brisa que calla el entorno conmovedor que siempre soñé. En un marco de verdes poemas agitan mi silbante latido que goza libre en su propia autonomía. Destellos de conciencia apela a la cordura de frenar los recuerdos que giran a favor de la cadena, frenos que solo sirven en la realidad. ¿No sé donde iré a parar? Ya no hay tiempo que detenga el tiempo. Me siento Extremadamente extasiado. Conmovido con lagrimas de una vida con sabor a vino. Me dispongo inhalar profundo y sentir que aun siento, proba que la muerte no tiene credibilidad tras sentir el amargo del desencanto.
Creo que esto es parte de una etapa que se cierra frente un campo de verde poemas.

DA VINCI, boceto 29