los ojos cerrados

Cada amanecer le pregunto a mi reflejo si vale la pena mirar nuevamente hacía los ojos, si él conoce la verdad tras el espejo, de saber si es mi reflejo el que me mira o de entender que el reflejo es una extensión de una realidad que desconozco, y que a su vez, corre de manera correlativa dentro de dos realidades, donde el inicio de toda construcción de mundo se da al mirar al espejo, entonces comprender de esta forma que mi bipolaridad se debe a que contengo dos individuos en mi mente… así deslizo el agua por mi rostro, esperando que cuando levante la mirada tú estes de cabeza gacha mojando tú cara...

Frente a mi el hombre, el chico perdido, con un mundo de mochila… gotean, cristalinas las curvas que recorren toda mi cara, vacios oculares acompañan mi trance hacia un iris negro que me sumerge en la frase… “vivo en un sueño”